Cantal Panoramic

Había venido a comer el año pasado en un grupo muy grande y lo recordaba bueno. Volví ayer y me pedi unos tagliatele y me atendieron tan bien y estaba todo tan rico que tuve que volver hoy. Hoy la lasaña estuvo increíble. Vamos que toda la carta está buenísima y los camareros son majisimos. Adicionalmente los precios son súper normales, vengo de Madrid y sale igual o menos que cualquier restaurante del estilo y esto está en medio de la montaña. Por último me sorprende y me gusta que no se asignan camareros por mesa, te atienden todos a medida que pasan cerca de la mesa entonces están todos atentos a tu mesa. 10 puntos.

Buenas pizzas con unas vistas increíbles. Ideal para un descanso diferente si dispones de tiempo. El acceso es sencillo mientras esquías, lo peor bajar las escaleras. La comida es buena y el precio para la ubicación no es excesivo.

Fuimos a cenar allí con la experiencia de Tobogganing y la verdad que nos encantó todo. En esta experiencia la cena era un menú cerrado que nos gustó mucho y que consistía en los siguiente (al menos el día que fuimos nosotros): - ensalada de burrata, con aceitunas, pesto, cebolla encurtida y tomate seco - Queso provolone?? con tomate (buenísimo!) - Pasta boloñesa (muy rica, entraba sola) - pizza con champiñones y bacon (me hubiera gustado que hubieran sacado algún pedacito más) - tarta de queso y chuches (muy rica la tarta aunque la presentación con las chuches por medio quedaba raro, yo hubiera sacado las chuches en un pequeño cuenco a parte ) El agua estaba incluida, aunque si querías otras bebidas debías pedirlo a parte. Yo me quedé bastante bien, incluso un poquito hinchada, mi chico dice que le hubiera gustado que sacarán un poquito más de pizza, pero aún así quedó muy satisfecho. Despues de la cena ya fuimos a tirarnos por las pistas con el trineo

Paramos a reponer fuerzas dos días. Comimos en el italiano (el primer día, en el restaurante y el segundo, en el bar). Todo rico y servicio atento. La única pega: que en el bar no puedes pedir una pizza del restaurante (a 5 metros).

Las vistas son espectaculares, estuve en un evento de Bodegas Laus. El lugar no tiene mucho lujo ni detalles pero no se extrañan pues no es la principal atracción del mismo sino las vistas. La atención también ha sido excelente. Es un lugar al que vale la pena pasar un rato

Las pizzas riquisimas!! Recien hechas, masa fina.. ves como la hacen en el momento. Aunque todos los platos que salian tenian muy buena pinta De postre cogimos una tarta de queso y tiramisú casero, sin palabras! La atención genial desde que entras, como en casa. Hemos reservado para algun dia mas, no paraba de entrar gente y no queremos quedarnos sin mesa